Capitulo 40

Bill...

-A donde vamos?-dijo ella entre risas.- Estamos fuera de Beumont, comienzo a pensar que contrataste a este taxista y tramas secuestrarme.

-Ni que fueras Natalie Portman.-dije bromista y ella me dio un pequeño empujón en el hombro.-Oye! No seas agresiva!

-No seas estúpido, OH LO SIENTO, eso es imposible.-dijo ella cruzándose de brazos mirando al frente con el ceño fruncido.

-Qué hice ahora?-dije confundido.

-NADA.-dijo aun enfadada sin mirarme.-Tu eres un pan de Dios con mucha azúcar y todo esponjocito acá bonito y así, lindo, como vas a hacer algo malo? No, simplemente NO.-dijo con ironía esta vez.

-Hayley estas loca.

-Además de fea me dices loca? Que lindo eres Bill Kaulitz.-dijo con una sonrisa mas falsa que los discursos del Peje.

-Lo se, soy re-hermoso. Todo un Apolo.

Ella bufo.

-De Apolo no tienes ni la lengua, cara de ornitorrinco con la trompa de estrella mochada y olor a sope sudado.

-Huelo a sope?

-Peor.

-Que mal porque pasaras un buen rato conmigo, linda. Ya llegamos.

Le pague rápido al taxista y le tome de la mano a Hayley haciendo que bajase del taxi y caminase a la misma velocidad que yo.

-Que es esto?

-Ya veras.-dije sonriente.

Caminamos un poco entre la oscuridad y poco a poco las luces de colores nos iluminaron, las risas, los gritos se avecinaron, el olor a algodón de azúcar y manzanas acarameladas se fue impregnando y los juegos quedaron a nuestra vista.

-Una feria.-dije.

-Que?-pregunto ella algo confundida aun.

-Preguntaste que era, duh. Tonta. A donde quieres ir primero? -dije soltándole de la mano y metiendo mis manos a los bolsillos para mirarla de frente.

-Eh, no se. No tenia idea de que había una feria aquí en Beumont...

-No es Beumont, es en las afueras. La descubrí el otro día que estaba practicando con las armas con este Fred.

-Practicabas con armas? Eso es cosa del nivel 7, no tienes permitido si quiera estudiarlas.

Le guiñe un ojo y sonreí triunfante.

-Qué?

-AJAAAAAAAAAAAAAAAM.

-ERES NIVEL 7?-pregunto exaltada.

-8.

-No es posible... mentiroso, no te creo.

-Pregúntale a tu hermanito, el mismo me ascendió.

-Como pudiste? Yo llevo toda mi vida en esto y apenas soy nivel 14! Esto no es justo, es porque soy mujer verdad? MACHISMO, ESO DEBE SER, mañana mismo me quejare con el director.

-Tu papa?

-Si.. no le gusta que le diga papa frente a los demás.. siente que le resto poder.-rio.

-Entonces, a donde quieres ir? Escuche que los carritos chocones son divertidos.

-Carritos chocones? Lo primero que mis ojos captaron al llegar fue eso.-dijo apuntando al Everest. Una montaña rusa que le hacia honor a su nombre, era una monstruosidad.

-A los carritos chocones, SE HA DICHO!-le tome de la mano y camine deprisa tragando saliva.

Ella se detuvo para reírse.

-Que?

-Tienes miedo!

-Miedo? Pff, CLARO QUE NO.

-"CARRITOS CHOCONES"-dijo imitándome- Vamos, los dos sabemos que te da miedo la montaña rusa.-dijo levantando una ceja- Niñita.

-Que yo que? Pff por favor, ni de broma.-rodee los ojos.

-Entonces vamos.-dijo ella pasando su brazo por el mio y caminando.

-Y si lo dejamos para al ultimo?-dije cuando ya casi nos formábamos para subir al Everest.

Ella me fulmino con la mirada y asintió.

-Vamos a los carritos chocones.... niña.-dijo riendo y sacándome una sonrisa.

Ella era tan diferente a Cassandra.

Si hubiera sido Cassandra, hubiera sido ella la que hubiera tenido miedo de la montaña rusa, jamás se le hubiera ocurrido subir a semejante atrocidad.

En cambio Hayley es mas atrevida, lo cual me agrada mucho.

Espera un momento... Acababa de decir que Hayley me agradaba? Y de que manera me agrada?

No es la primera vez que pienso en ella... Porque carajos estoy pensando en ella?

Y porque me pone nervioso cuando me mira directamente a los ojos? Porque?

-Bill. Nos toca.-dijo Hayley sacándome de mis pensamientos.

-Eh si, yo el bochito rojo.-dije caminando hacia el carrito rojo y abrochándome el cinturón de seguridad.

Hayley subió a uno morado, del otro lado de la pista.

Estaba bastante lleno para ser verdad, pero yo solo la veía a ella.

Chocamos varias veces y soltábamos algunas risas algo ruidosas, la gente nos miraba raro, pero no nos importaba.

Mi carrito se descompuso y acto seguido salí de el y comencé a correr de Hayley.

-ALCÁNZAME.

-ESTAS LOCO BILL KAULITZ?-dijo ella parada en seco mirándome boca abierta.

-Ya me estoy alejando eh.-dije caminando hacia atrás.- Que eres lenta o que? Alcánzame!

Me dedico una mirada divertida y me persiguió.

Los de mantenimiento intentaron sacarme unas cuantas veces pero sus intentos fueron inútiles.

Los demás nos miraban como psicópatas, pero yo la estaba pasando bien, a la mierda lo que piensen los demás.

Justo un segundo antes de que Hayley me atropellara, la ronda termino y solo alcanzo a rozarme las piernas.

-JA!

-TRAMPA! YA CASI TE TENIA MALDITA COMADREJA! TRAMPA!

-Perdedora.-dije con aires de grandeza.

-No es justo!

-Ni modo, perdiste, acéptalo, soy mejor que tu.

-Sigue soñando Kaulitz.-dijo sonriendo.

-Vale, ahora a donde vamos?

-Allá!-dijo señalando unas tacitas giratorias.-VAMOS SISISISISIISISS?

-Te ves algo emocionada...

Ella se sonrojo y desvío la mirada.

-Vale, vamos.

No había mucha fila, así que basto con llegar y elegir una taza.

Nos sentamos el uno frente al otro, al principio giramos lento, y poco a poco mas rápido hasta ya no poder contenernos de la risa.

Ella tenía una risa muy linda.

-Siempre había querido subirme a uno de estos.-dijo ella sonriendo, pero con una sensación de dolor en su mirada.

-Nunca te habías subido a uno?

-Nop, jamás había venido a un lugar así.

-ENSERIO? NUNCA? CON RAZÓN ERES TAN AMARGADA!

-Ay no seas idiota!-iba  a darme un pequeño golpe pero prefirió seguir girando la taza.

El viento que producía dar giros hacían que los cabellos le volaran por el rostro y se enredaran.

Se veía hermosa.

-Toda mi vida ha sido Beumont y La Asociación.-dijo ella con esa sensación de dolor nuevamente en su mirada.

-Como?

-Nunca he salido de aquí, no he conocido a muchas personas, no se socializar mucho... como podrás darte cuenta-reimos-Beaumont es realmente pequeño, y no hay muchas escuelas, a decir verdad, solo es el internado y una pequeña primaria,y con pequeña me refiero a un cuchitrin, de kinder a 2do de primaria. Los demas años tienes que estudiarlos en casa, ademas no somos muchos aqui.

-Eso suena feo.

-Lo es, y mas cuando eres la unica mujer en un lugar como La Asociacion. A veces, me gustaba imaginarme, que era una chica normal, ya sabes, con una familia tradicional, no perfecta, pero una familia, que iba a una escuela, que tenia amigas, visitar lugares como estos, y cosas por el estilo, pero al final del dia tenia que despertar y volver al entrenamiento de cada día.

-Quieres ir por algodón de azúcar?-pregunte sonriente y despistado.

-Eh?-pregunto ella.

-Si, ya sabes, esa cosa que se te pega en los dedos pero es sabrosa.

-Eh, vale, vamos.

Le dije que me esperara en una banca mientras yo iba en busca de un puesto de algodones de azúcar, no me demore mucho y le entregue el suyo.

-Gracias.

-No hay de que.-dije mientras me sentaba junto a ella y le daba un pellizco a mi algodón.

La verdad eso del algodón de azúcar fue una escusa para cambiar de tema radicalmente, nunca pensé que Hayley se sintiera así, siempre se ve tan contenta y fuerte, pero la chica es realmente frágil...

Tan frágil como una mariposa en cautiverio a la cual me gustaría liberar.