¿Dónde se había metido?
Lo mire varias veces, pero su vista
parecía estar en un punto fijo, en el pizarrón.
Esperen.. ¿Bill poniendo atención? ¡El fin
del mundo se acerca!
Bueno no... Pero esto si que es
extraño.
La clase termino y salí con la pareja de
extraños incomodos, y Bill nos alcanzó ya en el pasillo.
-Hola.-me dijo más a mí que a los otros
dos que no articulaban palabra.
-¿Dónde te metiste ayer bobo?
-Bonito saludo. Luego te cuento.
-¿Luego?
-Luego.-recalcó él levantando las cejas sacándome
una risa.
-Vale.. Pero me cuentas.
-¡Bill!-gritó Caroline mientras se
acercaba a nosotros, mejor dicho a Bill, y después tropezaba y chocaba con él
presionando su cuerpo contra el de él.-Oh, lo siento..
Esa perra lo había hecho apropósito.
La asesine con la mirada.
-¿Qué?-dijo él con ella aun pegada a
él.
-El profesor de matemática me dijo que tú
solicitaste que te pusieran de tutor para ganar puntos extra.
-Si, eso hice ¿Y?-preguntó con
indiferencia.
-¡Saluda a tu nueva estudiante!-dijo abrazándolo
con fuerza.
Me puse roja de la rabia y para no
golpearla ahí mismo, di media vuelta y me fui a los baños de chicas.
Bill...
Mierda.
No, esta chica no.
Había solicitado ser tutor pero esperaba
que me tocara uno de esos idiotas del salón, no esta enana acosadora.
La aparte de mí y busque al profesor de
matemáticas para pedirle que me asignara a alguien mas, pero por más que le rogué
este no acepto.
Ahora iba a tener que pasar mis almuerzos
y horas libres con Caroline, maldita sea.
Las clases continuaron, en las pocas veces
que vi a Cassandra la note molesta, estaba celosa, lo se.
El solo pensar eso me sacaba una sonrisa
de satisfacción.
Hoy iría a La Asociación de nuevo, después
de darle sus clases a Caroline por supuesto.
Me tope con Cassandra en uno de los jardines
camino a los dormitorios.
-Hola linda.-le susurre al oído y me dio
un pequeño golpe en el brazo.-Auch, que eres ruda.
-Idiota, no molestes.-dijo y dio media
vuelta pero la tome del brazo y la atraje hacia mi.-suéltame.
-No hasta que me digas porque estas
enojada.
-No estoy enojada, suéltame ya.
-Si lo estas.
-... Suéltame..
-Cassandra, ¿Cuántas veces tengo que
decirte que Caroline ni me viene ni me va? Para mí solo estas tú.
-No me importa.
-¡Ah pero serás corajuda!-la atraje más
junto a mi y junte sus labios con los míos, ella me correspondió pero luego se
alejo.
-No Bill... no es correcto.
-¿Porqué? ¿Por tu afecto a Luke?
-Bill...
-Vale, ya entendí, no te molestaré más, adiós.
Me retire tan pronto como pude y me fui
con todo y uniforme a La Asociación, ni siquiera le di sus clases a
Caroline.
Toqué la puerta cinco veces y entré a la
oficina del presidente.
-Hola, aquí me tienes de nuevo.-dije
mientras me sentaba con los brazos cruzados.
Él me miro con curiosidad, se preguntaba
si realmente haría esto.
Pues si lo haría.
Si había algo que yo tenía, era belleza, y
por supuesto un orgullo de los ocho infiernos.
Hice lo mismo que el día anterior, lo
seguí a todos lados.
Hubo un momento en el que estábamos en la
oficina y alguien entro.
-¡Papá!-la escuche decir, yo conocía esa
voz...
Me giré disimuladamente, y había acertado,
era la chica de la vez pasada.
-Hayley.. Te he dicho que me llames
presidente como todos los demás.-la reprendió él.
-Lo siento, lo olvide. Bueno el punto es
que hay una notificación de los cazadores del Este.-dijo ella con ese tono de
hombre autoritario que tenía.
-Vale, dile a Harold que me la entregue de
inmediato.
Ella asintió con la cabeza como un soldado
y salió de la oficina.
-¿Tu hija?
-Si, es hermosa ¿Cierto?-dijo con una
sonrisa estúpida en su rostro llena de orgullo paternal.
-Eh.. Se ve joven, muy joven, como de mi
edad..-dije alzando una ceja.
-Si, es joven.
-Y es una chica, ¿Aceptas a chicas aquí?
Es decir, "es un trabajo muy peligroso".
El me miro con intriga.
-Ella es la única chica que ha entrado a
La Asociación desde hace años, y será la última.
-Interesante.-dije con tono sarcástico.
-Chico, entiende, no puedo dejarte entrar.
-¿Porqué? Tengo buenas calificaciones, soy
astuto, no tengo mala condición fisíca, aprendo rápido, estoy más que dispuesto
a hacer esto. Deme una sola buena razón por la cual no soy aceptable y no lo
molestaré mas.
El me miro asombrado.
-... Eres bueno chico, eres bueno. Te
tendré aprueba, mañana te asignaré a un maestro.
Sonreí.
-¡GRACIAS! ¡ENSERIO, MUCHAS GRACIAS
VIEJO!-lo abrace.
-Mas respeto niño.-dijo divertido.
-Claro, lo siento, gracias.
-Bueno ahora vete que tengo mucho trabajo
que hacer.
-Claro.-dije sonriente.
Salí de la oficina y ubique con la mirada
a aquella chica.
-¿Adivina quién es un aprendiz de cazador,
HAYLEY?-le susurré.
Ella se giro bruscamente e intento tomarme
del brazo para después derrumbarme pero la esquive.
-Acosador.-dijo ella dedicándome una
mirada asesina casi tan dura como la mía.
-Así es, yo.-dije con mucho orgullo.
-¿Cómo? ¿Tan bajo hemos caído? ¡Dios
santo!
-Que graciosa linda, que graciosa.
-No durarás mucho, lo prometo.
-¿Qué? ¿Estarás al pendiente de mí
para verificar si trabajo bien? ¡Sabía que era guapo pero no que
causaba ese efecto en las mujeres!-reí y ella se abochorno, se veía linda
sonrojada.
-Eres un idiota.
-Gracias, tan lindo de tu parte.-dije con
una sonrisa forzada, ella me devolvió una mirada asesina.
Me gustaba verla enojada, como a
Cassandra....
Cassandra...
Bill me beso y aun sentía un ardor
placentero en mis labios.
Entre hecha una fiera a mi habitación,
estaba confundida, mas confundida de lo que ya estaba.
Marjorie me miro graciosa.
-¿Qué te es tan divertido?-pregunte con el
ceño fruncido.
-Tu expresión-río y su risa me
contagio-¿Qué ocurrió?
-El idiota de Bill.
-¡Eso lo explica todo! Reímos.
-Vale, ¿Qué era lo que me tenias que
contar?-le pregunte cuando recordé la pequeña nota que me había
dejado sobre el tocador. Su sonrisa se oscureció y se sonrojo.
-¿Tiene algo que ver con Tom cierto?
Ella asintió con la
cabeza.
-Es que.. él se ha comportado como nunca
conmigo, me habla... ¡ME HABLA!-reí-No te rías, es enserio, se sienta
junto a mi en los recesos y en las clases que tenemos juntos, me acompaña a mi
casillero y a veces hasta a los dormitorios... esta muy atento conmigo.-dijo
sonrojada.-Pero...
-¿Pero?-repetí.
-Ya sabes que yo tengo algo con
Felipe.
-Oh... ¿Estas confundida?
-Si... Es solo que Tom jamás me hizo caso,
y cambio de parecer justo cuando yo encontré a alguien tan hermoso
como Felipe, ¡es como si quisiera torturarme!-dijo tirándose a la
cama boca arriba.
-Vale no dramatices, Tom será muy mujeriego
pero no es malo, lo conozco.-dije tirándome junto a ella.
-Pues pareciera que lo es.
Reímos.
-Ahora es tu turno de
confesarte. Cuéntame todo amiga.
-... No lo sé.
-Yo te conté todo, ¡págame o te
abofeteo con la almohada hasta que te hinches como pera!
-Bueno.. No quiero ser una
pera, así que cederé. Lo que pasa, pasan muchas cosas...
Entre ellas las principales son Luke y Bill. Creo que somos mas que obvios y
que sentimos algo por el otro..
-¿Tú y Bill? Neh, son tan obvios como que
Ricky Martin es gay.
-Calla, bueno el punto es que en
vacaciones de navidad, ambos se me confesaron.. El mismo día.
-¿EL MISMO DÍA?-dijo sentándose en la
cama sorprendida.
-Si, y por consiguiente
les pedí tiempo a ambos, y no sé que hacer, han pasado muchas cosas
horribles las cuales no puedo contarte aunque quiera... Tengo mucho miedo, y
estoy confundida, no puedo comer ni dormir del estrés que llevo
encima, estoy harta Marjorie, puede parecer una tontería pero hay
veces en las que pienso que huir es la única opción que tengo, me la vivo con
este nudo en la garganta que no me deja decir lo que siento y lo que me pasa, y
me duele, me duele mucho Marjorie.-dije bañada de lágrimas y ella me
abrazo.
-Cassie, tranquila.. Todo estará bien.
Cuando todo va mal es porque algo bueno esta preparándose, solo hay que
esperar a que este listo.
Sus palabras de alguna manera me
reconfortaron.
Platicamos un poco después de
eso hasta que llego la hora de la cena.
-¿No irás al comedor Cassandra?-me
preguntó Marjorie mientras se arreglaba los cabellos mirándose al
espejo.
Negué con la cabeza.
-Dormiré un poco.
-Vale... Te traeré algo, adiós.
Ella se retiro y lo único en lo que yo
podía pensar era en mi pelea con Bill, después de meditarlo un poco, al fin me
decidí.
Me levante y abrí la puerta del
balcón, medí la distancia entre los dos edificios, y no era tan corta como
pensaba.
Tú puedes Cassandra.-me dije a mi
misma.
¡Hazlo y te partirás la
jeta Cassandra!-me repetía una y otra vez mi conciencia, pero nunca le hago casi así que
salte.
Muy apenas llegue al otro lado del
balcón.
Torpemente abrí la puerta del balcón y
entre apresuradamente.
-¿Qué haces aquí?-preguntó Bill mientras
entraba algo malhumorado a la habitación.
-No te rindas.
-¿Qué?
-No te rindas, por mí, porfavor. No lo
hagas.
-Cassie, ¿Qué demonios estas
diciendo?-preguntó confundido.
-Bill, yo se que debes odiarme, que debes
pensar que soy una loca egoísta que no piensa en ti en lo absoluto, que solo
esta jugando contigo, se que soy torpe, tonta, distraída y atraigo muchos
problemas, pero si hay algo de lo que estoy segura es de que siento algo por
ti, aun no se lo que es, pero es fuerte, muy fuerte, Bill, tu me haces sentir
como nadie mas lo hace, no se bien lo que estoy sintiendo, pero porfavor no me
abandones, no me abandones porfavor, porfavor.-dije con una extraña
determinación y con lágrimas corriendo por mis mejillas.
Él se acercó a mi y
me envolvió en esos cálidos brazos que me hacían sentir única.
Me beso la frente y coloco su mentón sobre
mi cabeza.(recuerden que cassandra es un poco enana pero no tanto...)
-Tonta, no digas esas cosas, cuando te
dije eso, estaba bromeando. Yo te amo ¿Cómo iría a rendirme? Eres lo mejor de
mi vida Cas, mi adoración, sin ti no soy nada, no tendría sentido estar
enamorado sin alguien de quien estarlo ¿cierto?-río y seco mis lágrimas y
sonreí.
-Gracias, gracias Bill, gracias.
-Gracias, gracias Bill, gracias.
Nos sentamos en el suelo abrazados
aún.
-¿Y bien? ¿No ibas a contarme a dónde te
habías ido?
-A La Asociación de Cazadores.
-¿Para?
-¡Seré un cazador!-grito con
emoción.
-¿QUEEEEEEEEE?-pregunte exaltada separándome
de él para mirarlo de frente.
-Si, me aceptaron ayer y justo hoy me
asignaron un maestro.-dijo con una inmensa sonrisa en su rostro.
-¡No puedes ser un cazador!
-¿Porqué?
-Porque.. Tú sabes...-baje la
mirada.
-¿Los de último año?
-Si...
-No te preocupes, no les haré nada, pero
no voy a desaprovechar la oportunidad de hacerlos cuadritos si puedo-bromeo y
golpee su brazo.
-Vale, te deseo suerte.-sonreí.
-Gracias.
Escuchamos un golpe en el balcón.
-¿Qué fue eso?
Nicolas...
Así que Bill.. ¿Un cazador eh? Esto se
estaba poniendo interesante.